PSICOLOGÍA y DAÑO CEREBRAL...

1 de marzo de 2009

La Demencia Frontal


“Un paciente con una enfermedad en el lóbulo frontal conservará la capacidad de moverse, utilizar el lenguaje, reconocer objetos e incluso memorizar información. Pero igual que en un ejército sin líder, la cognición se desintegra y finalmente colapsa con la pérdida de los lóbulos frontales.”  Elkhonon Goldberg, El Cerebro Ejecutivo.


Los lóbulos frontales constituyen la sede neuroanatómica de procesos cognitivos altamente especializados en nuestra especie. Puede decirse que el propio surgimiento de la consciencia humana resulta inseparable de la aparición de estas estructuras cerebrales. Constituyen en su conjunto lo que ha sido denominado por algunos autores como el cerebro ejecutivo La capacidad que presentan los lóbulos frontales para la planificación y supervisión de los procesos psicológicos más complejos del ser humano, hace que estos representen un verdadero "centro ejecutivo" del cerebro.

En uno de los artículos de este blog, se analiza con detalle el caso de Phineas Gage un hombre joven, que ve como su vida y personalidad se transforman a raiz de un accidente laboral (una barra de hierro le destruye parte del lóbulo frontal), remito al lector interesado a esta parte del blog (enlace directo):

Personalidad y Daño Cerebral (El Caso Gage)

El conocimiento de la neuropsicología del lóbulo frontal se inicia con el investigador ruso Luria (1973), que atribuirá al  lóbulo  frontal  una clara implicación en los procesos de planificación y coordinación de la conducta. Este verdadero padre de la neuropsicología moderna, llegará a establecer la  necesidad de que las denominadas áreas prefrontales se encuentren preservadas para el adecuado funcionamiento de las funciones ejecutivas, que son las encargadas de iniciar, supervisar, controlar la conducta.

Esta zona neuroanatómica, representa la parte del cerebro que se sitúa por delante del surco central,  constituyendo  casi un 30%  de  la  masa  cortical.  Es  la  región cerebral con un desarrollo filogenético y ontogenético más reciente, y la parte del ser humano que de manera más significativa nos diferencia de otros seres vivos y que mejor refleja nuestra especificidad. Diversos investigadores asignan a esta región el asiento de la inteligencia y su relación con las formas de actividad mental superior, de forma que  la  corteza  prefrontal participaría en lo que se ha denominado como “arquitecturas neuronales de la razón” y que caracterizarían lo más específico de la especie del homo sapiens.





Los lóbulos frontales están implicados en funciones cognitivas de alta jerarquía (metacognitivas), como lo son la propia  conducta abstracta, la síntesis intelectual o la misma conducta ética. También se sabe que su destrucción no afecta de forma directa a las funciones básicas cognitivas (percepción, memoria, atención refleja, etc.). Estas estructuras de nuestro cerebro pueden ser dañadas por una multiplicidad de factores (lesiones, traumatismos craneoencefálicos, tumores cerebrales, etc.) pero nos detendremos aquí en un trastorno de tipo neurodegenerativo denominado demencia frontal, que como el propio término indica es un tipo especial de demencia que afectará de forma específica a los lóbulos frontales. Resultará conveniente realizar una introducción de carácter general al propio término de demencia:

En el año 1793, se reconoce por vez primera la demencia senil como una entidad médica, pero no es hasta el siglo XIX en el que el término demencia se utiliza para referirse de forma específica a un daño cognitivo de carácter global y adquirido.  Puede definirse la demencia como un síndrome que se caracteriza por la pérdida adquirida de las habilidades cognoscitivas y emocionales, en un grado tal, que interfieren negativamente en el correcto desempeño de la vida cotidiana y afectando gravemente la propia autonomía personal. El concepto de demencia no indica una causa específica, ya que más de 55 entidades clínicas pueden ocasionarla, y algunas de ellas de carácter no progresivo. La prevalencia de la demencia es del 1% en la población general a la edad de 60 años y se duplica cada 5 años hasta alcanzar del 30% al 50% a los 85 años de edad.

En la demencia de tipo frontal se produce una neurodegeneración selectiva de los lóbulos frontales. Este síndrome se caracteriza por francas alteraciones de la personalidad y del comportamiento. En términos generales, el término de demencia del lóbulo frontal se ha venido utilizando para denominar a un síndrome clínico caracterizado por  la presencia de conducta desinhibida y grave alteración de las denominadas funciones ejecutivas. Las funciones ejecutivas constituyen un tipo especial de operaciones mentales involucradas en la capacidad de adaptación del ser humano a situaciones novedosas, organizando acciones simples en comportamientos de carácter más complejo y dirigidos a una meta (proactivos). Todas estas funciones resultan primordiales en cualquier tipo de comportamiento necesario para el mantenimiento de una óptima autonomía personal, constituyendo la base neurofuncional de constructos psicológicos como el de la propia personalidad o la misma conciencia.

Los pacientes afectados  por esta demencia presentan un deterioro progresivo de su creatividad, intuición, ven afectados su control de impulsos y desarrollan conductas socialmente inaceptables. Demandan gratificación inmediata, no tienen en cuentas las normas sociales y no se ven limitados por miedo al castigo o a las sanciones sociales, perdiendo el control sobre su propia capacidad de tomar decisiones.

La demencia frontal en definitiva, se define como una demencia de tipo comportamental pues altera de forma precoz el comportamiento, especialmente el de tipo social. Generalmente estos trastornos del comportamiento, repercuten en que el paciente se torne despreocupado y menos eficiente en el desempeño de sus funciones laborales. La mayoría de los pacientes no reconocen estos cambios y niegan enfáticamente que tengan algún problema (anosognosia). La apatía se presenta en muchos de los pacientes y puede ser difícil diferenciarla de un cuadro depresivo.

A pesar de estar considerada como el tercer tipo de demencia más frecuente, no ha alcanzado aún la relevancia social que parece corresponderle, dado que el particular patrón clínico que presenta la hace totalmente diferenciable de otras demencias. Representa uno de cada cinco casos de demencia de comienzo presenil (antes de los 65 años) y es responsable del 10% de los casos del total de demencias. La enfermedad parece afectar por igual a ambos sexos. Suele comenzar antes de los 60 años, es decir, es una demencia típicamente presenil. La enfermedad suele comenzar de una forma imprecisa, (en ocasiones en forma de una depresión enmascarada). El promedio de duración de esta enfermedad fluctúa entre 2 y más de 10 años. El curso del proceso es progresivo y la muerte sobreviene, como media, ocho años después de las primeras manifestaciones.


Los principales síntomas son: el embotamiento emocional, la pérdida de insight (o conciencia del propio yo), cambios en la conducta sexual (hiposexualidad o hipersexualidad) y en los hábitos alimenticios con presencia de ingesta compulsiva de alimentos (hiperoralidad), junto con una conducta estereotipada y perseverativa. Estos síntomas pueden estar asociados a la presencia de apatía y pérdida de la voluntad, junto con el descontrol de los impulsos y el descuido personal (higiene). El cambio de personalidad es una de las descripciones más comunes en un paciente con lesión frontal, trastorno que se manifestará en forma de diversos problemas, casi todos relativos a los fallos del enfermo para interaccionar de forma efectiva con su entorno social y familiar.


            Vista de un Cerebro con Atrofia en Lóbulos Frontales


En definitiva, los pacientes con atrofia cortical frontal tienden a mostrarse hostiles, con mal carácter, susceptibles y agresivos, características que inciden muy negativamente en la figura del cuidador de estos enfermos (de forma habitual un familiar de primer grado), en la que suelen presentarse cuadros de ansiedad y depresión, dada la alta dependencia del enfermo y su dificultad en la modulación de la propia conducta. Además existe una pérdida de la inhibición comportamental que desemboca en conductas impulsivas e inapropiadas. La progresión de la enfermedad conduce a una disminución en el juicio que termina por afectar de forma muy severa las competencias sociales e interpersonales del enfermo. Los pacientes suelen volverse desconsiderados, groseros y pueden llegar a cometer indiscreciones sexuales (por ejemplo, masturbación en lugares públicos).



                 Atrofia Cortical Frontal (Resonancia Magnética)

  
Es conveniente destacar, la ausencia de las manifestaciones típicas de la Enfermedad de Alzheimer, pues la memoria suele estar preservada, el paciente puede utilizar el transporte público, no se pierde y reconoce los lugares, capacidades precozmente afectadas en la demencia tipo Alzheimer.


Respecto al tratamiento psicofarmacológico de este trastorno, en la actualidad todavía no existe uno capaz de detener o enlentecer el curso de la demencia frontal, si bien, dado que en este tipo de demencia se constata una reducción de la ligazón a los receptores de serotonina en los lóbulos frontales, temporales e hipotálamo y que puede intervenir en el origen de los trastornos manifestados (depresivos, de desinhibición, hiperoralidad y otras compulsiones), se ha aconsejado tratar todos estos síntomas con "inhibidores de la recaptación de serotonina" (véase: sertralina, paroxetina y fluoxetina).


Es esta un subtipo de demencia que me ha resultado de especial interés (como psicólogo) abordar en este blog, dadas las peculiares características de afectación psicológica y conductual que presenta, así como por la gravedad de sus síntomas neuropsiquiátricos, con una afectación profunda y negativa de la personalidad del paciente. Las personas que sufren esta patología, ven seriamente comprometido su comportamiento social y personal, cuya etiología u origen de los síntomas es debida al severo daño neurológico en las estructuras del lóbulo frontal.

Conocer mejor las características clínicas y psicológicas de este tipo de demencia, se hace muy necesario comunitariamente, dada la gran dosis de sufrimiento, angustia y desconcierto que se genera en la familia y el entorno de este grupo de enfermos.

Por todo lo anterior, es conveniente recordar que existen un conjunto de importantes medidas de tipo conductual que se pueden utilizar en el necesario asesoramiento psicológico de los familiares afectados. Comprender los 'extraños' comportamientos del enfermo, su origen y sobre todo la forma de abordarlos, será enormemente positivo para mejorar la calidad de vida de los cuidadores y de las propias personas dementes.







36 comentarios :

Víctor M. García González dijo...

Gracias por su comentario.

El daño cerebral en el lóbulo frontal y sus distintas repercusiones en la vida de las personas afectadas, sigue siendo algo no muy conocido por la sociedad.

Recomiendo dos estupendos libros que abordan esta temática de forma divulgativa, para todas aquellos lectores interesados:

"El Error de Descartes", Antonio Damasio.

"El Cerebro Ejecutivo", Elkhonon Goldberg.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por tus palabras esclarecedoras. Tengo a mi madre con demencia frontotemporal, ya hemos pasado cinco años desde que conseguimos que la diagnosticaran, tras tortuosas visitas, durante casi dos años, a psiquiatras, psicólgos y psicoterapeutas, pues todos coincidían en que mi madre estaba deprimida. Yo incanseble, no entendía cómo una depresión podía cambiar de esa manera la forma de ser, la esencia de la persona. Rogué para que le hicieran un escaner, una vez con la foto de su cerebro en la mano fue fácil es diagnóstico. Ha sido, y es muy difícil, ya que esta enfermedad va muy rápido, casi por quincenas hay que ir adaptándose a nuevos cambios. Ya estamos en la fase terminal, creo, no habla, no come (bueno, nos han obligado a hacerle una gastrtomía)...lo único que hace es caminar. Me cuesta entender el sentido de mantenerla en esta situación.
De nuevo muchas gracias

Víctor M. García González dijo...

Agradezco tus palabras y me alegra saber, que las mías, te hayan resultado esclarecedoras.

Me comentas el caso de tu madre, que parece ser comenzó con síntomas de tipo depresivo, algo que no resulta infrecuente en este tipo de demencia. Parece ser, que fue esta depresión resistente a tratamientos, tanto psiquiátricos como psicológicos, lo que te hizo sospechar (y con acierto) que esta sintomatología pudiera ser debida a "que algo pudiera estar fallando en su cerebro".

También comentas que "no entendías como una depresión podía cambiar de esa manera la forma de ser, la esencia de la persona..." Por desgracia, esto es así al producirse una destrucción progresiva de ciertas estructuras neurales que sustentan o son la sede de nuestra identidad, nuestro yo o nuestra personalidad. En una demencia de tipo frontal esto resulta muy evidente, tanto para el clínico como para la familia del enfermo, que asiste impotente a una progresiva desintegración del psiquismo de la persona.

La ciencia aún no sabe como vencer o luchar contra este tipo de trastornos neurodegenerativos, que a día de hoy siguen siendo de curso crónico y progresivo. No obstante, quizás sea cuestión de tiempo...mientras tanto sólo nos resta intentar comprender lo que le está ocurriendo al enfermo, sabiendo que ya no es responsable de sus actos y que le debemos todo nuestro cariño y comprensión.

En definitiva, comprender mejor la enfermedad es una forma de poder afrontarla en mejores condiciones. Saber porqué el enfermo hace lo que hace, nos ayudará a no sentirnos resentidos por su comportamiento (en tantas ocasiones difícil e intratable) y no caer en una espiral de culpabilidad.

Si mi artículo ha podido contribuir modestamente a este próposito, me alegra enormemente saberlo.

Un cordial y afectuoso saludo.

Anónimo dijo...

Hola Víctor Manuel.

Ante todo agradecerte este blog, llevo prácticamente toda mi vida leyendo cosas sobre enfermedades mentales, y tienes razón, entender la enfermedad y sus síntomas alivia, alivia bastante.

Mi padre tuvo un supuesto brote de estrés a la edad de 33 años. Después de estar ingresado en un hospital psiquiátrico, y de hacerle multitud de pruebas, le diagnosticaron trastorno bipolar. Durante veinte años hemos tenido que sufrir sus crisis primaverales y otoñales, vigilar su medicacióny horas de sueño, tenía manías persecutorias, en cada estadio de sus crisis la tomaba con algún miembro de la familia, y creo que sólo los familiares de alguien que tiene esta enfermedad pueden entender que significa ésto. De un intento de suicidio (en una época depresiva),hasta ataques agresivos y delirios (en una época de euforia) han sido mi pan de cada día, y el de mi madre y hermano, durante más de dos décadas. Y justo cuando tenía la medicación controlada, cuando ya no tenía apenas crisis, y llevaba un tiempo más o menos aceptable, en cuanto a convivencia se refiere, ocurre lo siguiente: da un bajón progresivo, una apatía inusual en él, que siempre fue muy activo, incapacidad para tomar decisiones propias, dejadez personal, etc. Diagnóstico, demencia frontal. Ya no tengo un padre agresivo ni depresivo, ahora convivo con alguien al que sólo le importa comer, ir al baño, acostarse a sus horas, cerrar las puertas...Nos pregunta todo, absolutamente todo, y a todas horas. Nos llama a las seis de la mañana para preguntarnos qué desayuna, la situación está siendo realmente inaguantable. Si yo estoy harta, imagínate mi madre...Quiero llevarle a un centro de día, para liberarnos un poco, y que él haga cosas, se pasa el día sentado viendo la tele sin verla. Mi padre, consciente de su enfermedad, es egoísta y nos pide que no lo hagamos. Mi madre no quiere tampoco. Y yo me pregunto sí sería bueno que tuviéramos ayuda psicológica, y sí hay algún sitio donde nos puedan ayudar. La situación es insostenible, veo a mi familia cada vez más apagada, sin ganas de vivir. Siento haberme extendido tanto, gracias por leerme, es la primera vez que escribo sobre esto,y parece que ya me he quitado un peso de encima. Gracias de verdad. Un saludo.

Víctor M. García González dijo...

Estimada y anónima lectora,

En primer lugar, agradecerte personalmente tu inestimable colaboración con este blog. Tu comentario es del mayor interés, pues nos ilustra muy bien lo mucho que puede llegar a sufrir la familia de una persona afectada por un trastorno neuropsiquiátrico. Ciertamente un trastorno como el bipolar, con su alternancia de etapas depresivas y maníacas (o hipomaníacas), complica mucho la convivencia cotidiana..."el pan de cada día" como bien dices.

Finalmente, el curso de este trastorno crónico ha desembocado en un diagnóstico de demencia frontal que pareció anunciarse a través de una serie de cambios llamativos y apreciables por tu familia (apatía, autoabandono y afectación en la toma de decisiones).

Describes con gran precisión algunos de los síntomas característicos de este tipo de demencia, como la impulsividad y un estilo de comportamiento que prima lo instintivo sobre los procesos de autocontrol. Podemos decir, que los lóbulos frontales son los directores de nuestra orquesta cerebral y cuando estos se ven afectados por un proceso neurodegenerativo (como el de tu padre) o bien por otros tipos de daño adquirido (procesos tumorales, traumatismos craneoencefálicos, etc.), comienzan a evidenciarse un conjunto de afectaciones cognitivas y comportamentales características.

Respecto a tu idea de ingresar a tu padre en un Centro de Día, me parece acertada y conveniente. Allí sabrán como atender sus déficit comportamentales, pero ante todo supondrá un claro beneficio en vuestra abnegada tarea de cuidadores principales. Toda demencia supone un inevitable desgaste psicofísico para las personas allegadas al enfermo, por lo que también te aconsejo la búsqueda de apoyo psicológico en el marco de una asociación de enfermos con demencia (si me escribes desde España, debes saber que suele existir al menos una por provincia). También aprovecho la ocasión para recomendarte la lectura de otra entrada a este blog [Ver Etiqueta: "Cerebro y Vejez"] donde indico una serie de pautas aconsejables para todo cuidador de un enfermo con demencia, quizás podrían serte de ayuda y orientación en estos momentos. El título concreto de esta entrada al blog es: "La Demencia y su Repercusión Psicológica en la Figura del Cuidador"

Desde aquí, sólo me queda hacerte llegar todos mis ánimos y apoyo, tu actitud activa y luchadora es muy necesaria en estos momentos difíciles, pero no debes luchar sola, acude a los Servicios Sociales de tu Ayuntamiento donde podrán darte la adecuada información y asesoramiento que precisas (ayudas, conocimiento de asociaciones de enfermos, etc.)

Un cordial y afectuoso saludo.

Anónimo dijo...

Gracias por publicar este blog.Yo soy una más de las personas que han peregrinado por diferentes especialistas, obteniendo sólo un diagnóstico de depresión y viendo cómo mi madre se deteriora muy lentamente y la familia nos desesperamos de observar su sufrimiento. Repite constantemente: No puedo, no puedo... y pregunta si no hay nada que la cure, mientras hace dejación de sus funciones progresivamente.
Desde aquí animo a los profesionales a reclamar recursos y medios para la investigación y tratamiento de la demencia frontal y de las enfermedades neurodegenerativas en general.

Víctor M. García González dijo...

Estimada lectora,

Gracias por colaborar en este blog con un nuevo comentario.

Ciertamente el diagnóstico último de demencia frontal, puede suponer una etapa previa de largo peregrinaje entre distintos profesionales de la medicina y la salud mental.

Una vez más, los síntomas depresivos iniciales parecieron ser la antesala de un proceso neurodegenerativo posterior.

Ciertamente, se hace necesaria una mayor divulgación y conocimiento de este tipo de demencia, que aunque no presenta el número de casos del Alzheimer, se encuentra entre las formas de demencia más frecuente (variante fronto-temporal) y más desconocidas por el público en general.

Un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Muy interesante tu articulo. Mi caso es similar, mi padre tiene diagnosticada demencia frontal, ha ido degenerando poco a poco y de ser muy activo e independiente, ahora es muy pasivo y callado, lo pregunta todo varias veces en la misma conversación y se vuelve agresivo cuando se da cuenta de que no es capaz de realizar tareas antes cotidianas. Ya no participa en las conversaciones entre miembros de la familia, manteniendose al margen. El problema de mi madre y de nuestra familia es que no lo acepta y no podemos recordarle el tema de su enfermedad cuando no se acuerda de algo y o busca desesperadamente unas llaves, volviendo agresivo con mi madre. Incluso ha dejado plantado al medico en la consulta al darse cuenta que estaba allí para tratar su enfermedad. También se niega a tomar medicación, y tenemos q dársena a escondidas ¿ que podemos hacer? Gracias por aclarar esta enfermedad a los que la sufrimos

Víctor M. García González dijo...

Respecto a los síntomas concretos que se presentan en este caso, intentaré ir abordando sus peculiaridades y establecer alguna recomendación de tipo general que os pueda resultar de alguna utilidad:

"...De ser muy activo e independiente, ahora es muy pasivo y callado..."

Estos cambios en el estado de ánimo del enfermo son habituales, pudiendo ser en cualquier dirección (como de pasividad a una gran actividad, en otros casos). La familia debe comprender que son producto de los cambios cerebrales que va produciendo el proceso de demencia, o bien, una reacción secundaria a cómo el enfermo contempla la pérdida inicial de algunas facultades (frecuentemente en forma de síntomas de tipo depresivo o irascible).

"...Lo pregunta todo varias veces en la misma conversación..."

Este tipo de preguntas reiterativas son muy características en la evolución de la demencia tipo Alzheimer en la que la memoria reciente se halla afectada desde el comienzo. No habría que descartar que su padre este sufriendo algo semejante (aunque en general en la demencia de tipo frontal la memoria suele estar conservada en los estadios iniciales), de ser así, lo más aconsejable es no discutir ni enfadarse con el enfermo, pudiendo ignorar en algunos momentos sus preguntas o bien respondedle con calma, voz pausada y explicaciones de tipo sencillo.

"...Se vuelve agresivo cuando se da cuenta de que no es capaz de realizar tareas antes cotidianas..."

Es una reacción muy característica en una demencia. La reacción de tipo agresivo es esperable ante una persona que ve cómo merman sus competencias cotidianas. Esto puede acentuarse en una demencia como la frontal por un proceso de desinhibición comportamental muy frecuente en este tipo de demencia.

"...El problema de mi madre y de nuestra familia es que no lo acepta..."


Este es un hecho muy característico en la mayoría de las familias, es una reacción inicial en forma de negación. Es comprensible este comportamiento, una forma de llamemos "defensa psicológica" ante unos hechos que costará tiempo y esfuerzo ir asimilando. El acudir a alguna Asociación de Enfermos y conocer a otras personas que han pasado o están pasando por semejantes circunstancias, podrá ser una buena ayuda en la progresiva y necesaria concienzación de esta dura y difícil realidad.

Para concluir, podría añadirse que esta negación se da en muchos enfermos ante su propio proceso (este parece ser el caso de tu padre) y no resultará aconsejable "recordarle lo que tiene" pues será añadir más desconcierto. Aquí la familia debe ser muy paciente y comprensiva pero sin intentar entrar en razonamientos o discusiones estériles. Si será conveniente hablarle al enfermo con frases sencillas y restar importancia a sus déficits (pérdidas, olvidos, etc.) dándole lo que no encuentre o necesite.

Respecto a su negativa a tomar la medicación, es correcto y necesario dársela a escondidas pues sin estas medidas de tipo farmacológico, el comportamiento agresivo y oposicionista se agravaría.

Y por último, un consejo general para todos los familiares: Acudan a una Asociación para Enfermos con Demencia o algún Centro de Día Especializado, pues no es infrecuente que haya una por Provincia o ciudad importante, allí encontrarán asesoramiento y atención profesional cualificada que les será de gran utilidad.

Un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Un artículo magnífico,a parte de su rigor científico, se le agradece su vocación educativa y divulgativa para hacer llegar al público en general estos temas tan complicados.

TODO lo que ha dicho usted sobre la demencia frontal , lo he experimentado en carne viva con mi padre, absolutamente TODO.

Mi padre era un profesional economista con un despacho de asesoria a las pequeñas y medianas empresas, tenia personal a su cargo y un patrimonio importante ( heredado de sus padres). Mi padre a los 63 años se divorció de mi madre, apasando la Guardia y Custodis por sentencia judicial a favor de ésta: una hija con Síndrome de Down , otra hija menor de edad (11 años), pues tanto mi madre como todos los hijos ( dos hermanos mayores) ,ya no aguantábamos más sus CONDUCTAS FAMILIARES, SOCIALES, ECONÓMICAS, EMOCIONALES, ETC. el calvario emocional y de salud en general de mi madre no se lo explico por no entrar en tragedias griegas, pero fué de hórdago, y si la demencia frontal lleva consigo la deshinibición total de las conductas y la hiperactividad sexual, pues es fácil adivinar lo que sucedió en el entorno familiar.
En los siguientes 16 años no hubo ningún contacto ni relación familiar entre mi padre y el resto de los hijos y ex-esposa ( aunque él lo intentaba, buscaba la normalidad social de entorno) , hace unos meses nos llamaron que mi padre se encontraba muy mal.. Resumiendo , primero se le tuvo que implantar un marcapasos, al cabo de un mes cogió un principio de pneumonía más gripe virus "A" ( según dijeron los médicos del hospital público ). A continuación viendo que mi padre le pasaba algo a nivel psíquico, todos los hermanos y exconyuge, optamos por solicitar a la sanidad pública ( Hospital donde estaba ingresado, médico de cabecera, asistente social,etc) a que se le llevasen a cabo todas las pruebas, exámenes, reconocimientos, etc para averiguar que le pasaba exactamente ,pues los hijos nos encontramos al cabo de 16 años con el siguiente cuadro:

1-) Mi padre arruinado y con muchas deudas:El negocio , despacho y clientes arruinado , dilapidado y extinguido. Extrañas hipotecas, re-hipotecas,hipotecas inversas..
2-) Síndrome de Diógenes , toda una vivienda unifamiliar llena de muebles, enseres, suciedad, acumulamiento innecesario de objetos inverosímiles, etc.TODO MUY SUCIO( sanitariamente) Y DESCUIDADO.
3-) Según los vecinos y gente que le conocia: relaciones sociales con gente de mal vivir y poco recomendable.

Los psiquiatras y neurólogos que han visitado mi padre, nos advirtieron que mi padre tenía una atrofi cerebral del lóbulo derecho desde hace muchos años. Realmente la prueba más contundente fué el ESPECTOGRAMA donde las luces naranjas que detectan actividad neuronal, aparecían oscuras , negras en la parte frontal afectada. Le hemos pedido la LEY de la DEPENDENCIA, el recomnocimiento de su DISCAPACIDAD ante el ICASS de la Generalitat de Cataluña , estuvo ingresado en centro socio-sanitario público para evaluar y estudiar más profundamente su estadop, ingresó en residencia al cabo de un mes hasta ahora, su estado hace imposible la alta domiciliaria: En el mes de enero de 2010 podía vestirse solo ( con alguna dificultat con la hebilla del cinturon o cordones , pero solo) podia ir al lavabo solo y hacer sus necesidades virtales, se afeitaba, etc..

En el mes de agosto de 2010, ocho meses después ni se puede vestir solo, ni ir al lavabo solo, ha ingresado dos veces en urgencias, la última con un infarto cerebral o iqtus que le ha paralizado , otra infección pulmonar, etc

Para acabar , como bien nos dijo un refutado psiquiatra de nuestro ciudad: " como su padre, hay por la calle a cientos, el problema es que las demencias frontales no estan detectadas a tiempo, y los que las padecen diambulan por la sociedad, la familia, el trabajo, la empresa, etc como unos AUTÉNTICO PSICÓPATAS hasta que la hacen tan gorda que cuando llegan en manos de los médicos ya es demasiado tarde.

PErdone por la extesión, le felicito de nuevo por su gran artículo.

Muchas Gracias y saludos cordiales.

Víctor M. García González dijo...

Le agradezco sus felicitaciones, y la confianza depositada al relatar con tanta claridad y pormenores el caso de su padre.

Su comentario resulta sumamente ilustrativo, al exponer vivencialmente alguna de las consecuencias y estragos que este tipo de demencia causa en la vida de una persona y sus familiares más cercanos.

Un cordial saludo.

Anónimo dijo...

todo es de gran informacion, mi padre tambien quedo quebrado por la demencia frontal, pq en Guatemala nos costo 5 años el diagnostico despues de llevarlo donde muchos drs. y termine indicandole a un neurologo mis sospechas por toda mi investigacion en internet.

ya que he experimentado TODO con mi papa quisiera saber con experiencias de otros que nos espera. mi papa habla solo a veces, dias no despierta, ya no camina, tiene la mirada perdida algunas veces. se ahoga mucho al tomar agua gracias de antemano.

Anónimo dijo...

Hola. Gracias por la informacion publicada en su blog. Tengo algunas preguntas. A mi marido y a consecuencia de un scanner le acaban de diagnosticar atrofia lobulo frontal, en sus inicios. Mi marido no es un alcoholico, pero su ingesta de alcohol es alta, debido a que es su medicina contra el estress. Imagino que esta combinacion debe ser muy negativa. Si deja de ingerir alcohol, habria alguna esperanza de que las cosas por lo menos no empeoren? Muchas gracias se me puede contestar algo.

Víctor M. García González dijo...

Hola a todos los lectores del blog.

Aprovecho la ocasión para comentar los dos últimos comentarios (anónimos) respecto a dos casos.

* Anónimo 1º(Desde Guatemala y padre con demencia frontal):

Es de admirar su implicación personal y su labor de investigación sobre la demencia que padece su padre. Ya hemos comentado que esta forma de demencia puede tener un diagnóstico no siempre rápido pues puede estar enmascarada con otros trastornos. Le remito a releer lo ya escrito en este artículo y lo dicho por mi a otros lectores.

Saludos cordiales.

Víctor M. García González dijo...

* Anónimo 2º (Marido con Atrofia Frontal):

Primeramente, una aclaración necesaria: Una atrofia de lóbulo frontal puede existir en otras patologías y síndromes más alla de la demencia frontal.

Respecto al consumo de alcohol excesivo este siempre resulta ser un tóxico para el cerebro. A altas dosis de consumo continuado termina dañando y destruyendo las neuronas (véase al respecto el artículo en este blog sobre el "Alcoholismo y El Síndrome de Korsakoff".

Mi respuesta a su pregunta es ¡sí!, pues abandonar o aminorar el consumo excesivo de alcohol podría resultar muy aconsejable (mejor necesario). No obstante sería conveniente indagar más sobre las causas (etiología) que han llevado al diagnóstico de atrofia frontal. Hable de esto con el equipo de diagnóstico (neurólogos) solicitándoles más consejo y orientación.

Un saludo cordial.

Anónimo dijo...

muchas gracias por toda la información dada, Tengo un abuelo de 81 años al que le diagnosticaron atrofia del lóbulo frontal, con este diagnóstico ya debo pensar en una posible demencia? Los síntomas que nos llevaron a consultar fueron: místicismo, cambios en la personalidad como cierta agresión, alteraciones de tipo sexual y falta de razonamiento en ejercicios matemáticos simples, cuando anteriormente los hubiese resuelto sin inconveniente.
Espero su respuesta y desde ya muchas gracias

Víctor M. García González dijo...

Le comento que, inicialmente, el tipo de síntomas que presentaba su abuelo son compatibles con la presencia de una alteración o daño subyacente en los lóbulos frontales (déficits de razonamiento, conductas agresivas y comportamientos sexuales alterados). Posteriormente, este hecho es confirmado por un diagnóstico clínico de "atrofia en lóbulo frontal", lo que significa que en el cerebro de su abuelo se está produciendo una muerte neuronal en estas estructuras cerebrales. En los estudios por neuroimagen (TAC o Resonancia Magnética) esto es bien observable por la presencia de surcos cerebrales más pronunciados y un adelgazamiento de la corteza cerebral en dichas zonas.

Respecto a la pregunta que me plantea, no es posible dar una respuesta afirmativa ni negativa. Las demencias degenerativas propias de la ancianidad constituyen un proceso progresivo y, en ocasiones, lento en su evolución. Se hablará de demencia sólo cuando el grado de deterioro ya haya producido una afectación global de las funciones mentales más superiores y esto impida el normal desempeño en las actividades de la vida cotidiana.

Más en concreto...¿podría el caso de su abuelo desembocar en una demencia futura?...sí, pero la presencia de atrofia en el lóbulo frontal puede no resultar ser una condición suficiente, ya que puede estar presente como una forma de daño cerebral que no desemboque en una demencia posterior. En cambio, sí resultará necesaria cuando ya se ha establecido un diagnóstico cierto en el caso de una demencia de tipo frontal.

Esperando le hayan sido útiles mis aclaraciones, reciba un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Buenos dias, tengo ste tipo de enfermedad en mi madre, vemos poco a poco como c va desgenerando al pasar d los dias, tiene su propio tratamiento y nada, no somos doctores pero creemos q tarde o temprano stos tratamientos medicos no le hara. el problema q dbemos hacer cuando sto sucedad a dond acudir , a dond ir? gracias le agradecemos cualquier comentario q nos puedan ayudar

Víctor M. García González dijo...

Uno de los aspectos más propios y característicos de las demencias neurodegenerativas, es que son trastornos cerebrales que van produciendo un deterioro progresivo en la personalidad y conducta del enfermo.

Actualmente, no existen tratamientos que puedan detener este proceso pero sí enlentecerlo (a través de medidas farmacológicas y de estimulación cognitiva).

Cuando el paciente ha perdido parte de su independencia y sus facultades mentales comienzan a mermar de forma importante, lo aconsejable sería ingresar al enfermo en un centro de día o residencia especializada. De no ser así, porque la familia se haga cargo del cuidado directo, es conveniente no lo haga sola y pueda estar asesorada y apoyada por los servicios sociosanitarios de su comunidad o alguna asociación de enfermos con demencia.

Un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Algo raro estaba pasando; mi marido sin cumplir los 60 años se estaba volviendo prepotente,sin sentido en algunas cosas que hacia... callado y viendo series de Tv. Eso me alarmó y decidi que fuese a un neurologo - psiquiatra. El era profesor ,catedratico, escritor... y su cabeza un Espasa... verlo embobado con ciertos programas era muy extraño... Los asuntos familiares parecia que no iban con él... pero a veces se esforzaba... y tambien acudia a su trabajo...
Solo recordarlo me hace daño, pero quiero dejar aqui mi experiencia por si sirve a alguien... Despues de un monton de test... el doctor le preguntó delante de mi: que significa: A Dios rogando y con el mazo dando?
Respuesta: " Que coges un mazo y pegas"...
Me sonrei...Crei que estaba de broma ... ¡Uf!que error... ¡Ya no tenia poder de abstracción...! Diagnostico: Demencia de PICK. Yo no entendia nada, no sabia que existia ese tipo de enfermedad, y partir de ahí, se me cayó el mundo..., todo lo demas... escaner ,resonancia, pet...fué para confirmar...
Han pasado seis largos años, de vigilancia continua... podria escribir un libro... Ya no habla ...enseguida dejo de hacerlo, pero ve a sus hijos... y sonrie, va buscando con los ojos la aceptación de las personas que conoce, y tambien sonrie... me di cuenta de que aún puede cantar... y cantamos...Una persona me ayuda a cuidarlo y tratamos de hacer siempre las mismas cosas. No se desorienta y reconoce a las personas.Eso me da animos para darle cariño como a un bebe, porque eso es en lo que se ha convertido...
A veces pierdo la paciencia ... pero vuelvo de nuevo.
Pienso que es muy terrible perder la razón,y que no se pueda encontrar el motivo por el que se enferman los cerebros. Quizas llegue el día en que sean tantas las personas que lo padezcan que los gobiernos dediquen verdadera y prioritaria atención a investigar, a educar a los ciudadanos de que la alimentación es lo más importante y así dejariamos de darle al cerebro tantas sustancias nocivas,que poco a poco nos van enfermando, amén de otras ambientales... y ...
Esta es mi opinión y es una pena el no haberme dado cuenta antes, de que mas vale prevenir que curar...pero hay tantisimos intereses...las industrias ... son tan potentes...que poco podemos hacer ante esos monstruos de poder... aún así no deseo esta enfermedad ni al peor de los enemigos... Un saludo

Víctor M. García González dijo...

Le agradezco enormemente la confianza depositada al dejarnos un testimonio tan valioso y expresivo de la enfermedad de su marido. Sin duda, podrá servir de mucho a todas aquellas personas que tengan un familiar afectado por estos trastornos neurodegenerativos.

La Demencia de Pick fue descrita por el neuropsiquiatra alemán Arnold Pick en 1892, actualmente se la engloba dentro del grupo de las denominadas "demencias frontotemporales" y como se puede deducir de su nombre, son neuropatologías degenerativas que afectan a los lóbulos cerebrales temporales y frontales. Las alteraciones de conducta son características en el daño de "tipo frontal" y suelen iniciarse en forma de comportamientos apáticos o de abulia que podrían confundirse con un síndrome depresivo.

Sus comentarios resultan sumamente ilustrativos para entender el papel o la "figura del cuidador" de un enfermo con demencia: su incredulidad inicial, el desconcierto por la pérdida de facultades cognitivas, el cariño casi maternal y tan necesario para el bienestar de estos pacientes.

Lamentablemente, la neurociencia aún no comprende muchas cosas, el cerebro humano es una de las creaciones más maravillosas, pero también más enigmáticas, de la naturaleza. Pero conviene saber que más temprano que tarde (quizás sólo en algunas décadas), muchos de estos trastornos neurodegenerativos tendrán posibles remedios e incluso podrán establecerse medidas de tipo preventivo o paliativo. Sin duda, la disciplina de la neuropsicología trabaja por incrementar el conocimiento de estos trastornos, centrándose en posibles medidas psicoestimulativas que enlentezcan su evolución y contrarresten la progresiva destrucción neuronal, sin olvidarse del necesario apoyo y asesoramiento psicólogico que suelen necesitar los familiares-cuidadores de estos pacientes.

Un saludo muy cordial y gracias una vez más por sus palabras.

(*)Proximamente, este blog le dedicará una entrada específica a la "Demencia de Pick"

Anónimo dijo...

me parece muy interesante este articulo, pero por favor, por el amor de Dios diganme eso tambien se aplica a un niño de dos años que nacio con atrofia de los lobulos frontal derecha pero mas marcada en el lado izqueirdo? me lo diagnosticaron mediante dos tomografias, mi bebe tiene dos años y medio, si camina si corre si juega si interactua con otros niños pero su lenguaje es muy limitaodo solo balbucea silabas para el mismo y pide todo a señas, parece que no le encuentrasentido al as cosas, solo repite silabas que el mismo aprendio¡ me dijeron ke debo llevarlo a terapias de elnguaje pero realmenten o me explicaron las consecuencias a futuro de que sus lobulos esten asi? me pueden ayudar por favor comentnado ke puede pasar con mi bebe en el futuro? tendrá los sintomas ke narran aki de la demencia frontal?

Víctor M. García González dijo...

El caso que me comenta de su hijo es ciertamente delicado. Mi consejo inicial es que busque más asesoramiento e información consultando con un especialista en neurología infantil, quizás el tipo de profesional más adecuado para abordar este tipo de patologías.

Respecto a lo que yo puedo decirle a título personal, y como psicólogo especializado en neuropsicología, es que el lóbulo frontal es una parte de nuestro cerebro que interviene en una gran variedad de funciones mentales. Me comenta que su hijo de dos años y medio tiene un lenguaje limitado (balbuceo), algo compatible con un la presencia de atrofia en el lóbulo frontal izquierdo. Ciertamente, será muy conveniente que su hijo tenga una atención especializada en aspectos concretos como el lenguaje y a través de técnicas de rehabilitación neuropsicológica que puedan compensar los déficit producto de la atrofia cerebral.

En cuanto a las consecuencias futuras del caso de su hijo sólo puedo decirle que, una vez más, habrá de ser un neurólogo infantil que conozca en detalle todos los aspectos de la historia clínica de su bebé, quien mejor podrá establecer un pronóstico.

Deseándole la mejor de las suertes, reciba un cordial saludo.

Anónimo dijo...

a mi marido le diagnosticaron atrofia cortico subcortical hace dos años, en zona temporal y frontal , desde entonces la vida se ha convertido en un infierno para mis hijos y para mi aunque siempre ha sido una persona de caracter dificil ahora es imposible hablar con él ya que no se le puede contradecir en nada, siempre está enfadado y yo he pasado de ser su merjor aliada a ser su enemiga segun dice él. no reconoce su enfermedad y somos todos los que le rodean los enfermos. es selectivo en sus comportamientos me refiero a que sabe en que momentos puede avasallarnos en insultarnos y lo hace cuando estamos solos. a veces dudo que sea enfermedad que estos cambios de caracter los tiene desde hace mucho tiempo pero no tan pronunciados y constantes como ahora tambien tiene temblor en ambas manos cuando no estan en reposo (es una situación muy dificil) por actuaciones que no me atrevo ni a contar aquí. por favor que alguien me diga cuanto tiempo puede durar esta situación él tiene 64 años y mucha vitalidad (me da la sensación que cada dia esta mas fuerte y a este ritmo acaba con nosotros literalmente.no quiere ir al neurologo de hecho él mismo le ha dicho que si está tan bien como dice cada vez que ha ido a consulta que no vuelva hasta que se encuentre mal. así que no se que hacer por que ademas tenemos una empresa pequeña en la que trabajamos los dos y no puedo dejar el trabajo ni un minuto por sus cambios de humos y mala gestión.

Víctor M. García González dijo...

El caso de su marido tiene ciertas peculiaridades que conviene comentar aquí, aunque sea brevemente y siempre teniendo en cuenta que las impresiones clínicas que yo le pueda manifestar habrán de ser siempre parciales y no podrán nunca sustituir a un juicio clínico basado en el análisis pormenorizado del historial clínico del paciente (matización esta que hago extensible a todos los comentarios por mi realizados en este blog).

Me menciona un diagnóstico de atrofia cortico-subcortical (frontotemporal) desde hace dos años, que va asociada a un deterioro evidente en el comportamiento del paciente, que se manifiesta en forma de autoritarismo, negación de la enfermedad, insultos y desconfianza.

En primer lugar, un proceso de atrofia cerebral no es un estado que aparezca de un día para otro, sino que supone una degeneración cerebral que puede comenzar mucho tiempo antes (años incluso) de aparecer las primeras alteraciones psicólogicas y conductuales.

Me comenta que su marido "siempre ha sido una persona de carácter difícil" algo que podríamos denominar como su personalidad previa (o de base) que siempre va a interactuar con el trastorno cerebral, bien agravando esta (como parece ser el caso) o bien modificándola de alguna forma (cosa que ocurrirá en la mayoría de los casos).

Respecto al interrogante que me plantea de "¿cuánto puede durar esta situación?", no existe una respuesta fiable. En principio, el caso de su marido podría terminar evolucionando hacia una demencia frontotemporal, un proceso neurodegenerativo que haría que el enfermo perdiera progresivamente sus facultades intelectuales y su capacidad de autonomía.

Por último, gran parte de los problemas de comportamiento que presenta su marido podrían explicarse por el proceso de atrofia cortical en zonas del cerebro muy implicadas en la regulación de los estados emocionales y los procesos de autocontrol. Ciertamente, aunque la inteligencia o memoria de su marido no presente alteración, sí se verá seriamente afectada con el tiempo su capacidad de planificación y solución de problemas, lo que presupone una seria dificultad para que pueda mantener una óptima labor dentro de su empresa familiar.

Le recomiendo consulte el caso con un neurólogo particular, no es necesario que vaya su marido en principio (dada su negación), pero puede usted aportar todo el historial clínico y los pormenores del caso, este profesional podrá asesorarla convenientemente ante lo que puede hacer en un caso como el de su marido.

Un saludo cordial.

Anónimo dijo...

Muchisimas gracias por su blog.
Mi caso tiene muchas de los sintomas que describen..
A mi abuela le diagnosticaron demencial senil con brotes psicoticos.
En mi opinion demasiado tarde...ya que la tenian que haber tratado al menos 30 años antes;pero siempre ha sido una persona de fuerte caracter, dominante y muy soberbia y hasta este verano no conseguimos llevarla al psiquiatra.
Se ha mostrado agresiva con psicologos, medicos, geriatras, asistentas sociales y como no, con la familia, en especial con mi madre y con mi abuelo, a quien le pega incluso, cuando no hace lo que ella quiere.
Esta bajo un tratamiento farmacologico, pero que es insuficiente para controlarla de alguna forma, ya que la dosis es inferior debido a la insuficiencia cardiorespiratoria que sufre.
El ultimo mes y a la espera de que la asistencia social nos de plaza para la residencia, (ya que no estamos cualificados para ayudarla y cuidarla) esta siendo atendida por una interna.
Pero ahora le ha dado con negarse a andar y cada vez que se le obliga se tira al suelo para no tener que hacerlo.
Realmente, estamos totalmente desbordados con su actitud y aunque sabemos que es una enferma, no logramos comprender su actitud que nos supera. Realmente ya no sabemos que hacer, por que nos da mucha pena ver su degeneracion y su estado en general, pero psicologicamente nos esta minando y la situacion es insostenible.
Creo que finalmente vamos a tener que ir toda la familia a un psicologo para que nos ayude a pasar este trance.

Usted que opina?¿?

muchas gracias por todos los comentarios que pueda darme al respeto.

saludos.

Víctor M. García González dijo...

En primer lugar, gracias por exponernos su caso y colaborar con este blog.

No me especifica el tipo de demencia senil que tiene su abuela, pero los síntomas psicóticos no son algo infrecuente en ciertas demencias y resulta muy conveniente que sean tratados farmacológicamente (administración de antipsicóticos) pues perturban enormemente la convivencia del paciente y su familia. Dado que su abuela no puede tomar las dosis que aconsejables el único abordaje del caso será de tipo conductual (manejo del comportamiento problemático), algo que podrá ser llevado a cabo por profesional debidamente especializado en una residencia psicogeriátrica.

El desgaste psicólogico de los familiares implicados en el cuidado del paciente demente es algo muy habitual. La sensación de "sentirse desbordados" ante ciertos comportamientos del enfermo y el no saber cómo afrontarlos o entenderlos, conduce a un conjunto de síntomas habituales en los cuidadores informales o no profesionales (véase: ansiedad, irritabilidad, sentimientos de culpa, entre otros).

Le aconsejo consultar en este blog dos artículos (*) que podrán serles de cierta ayuda en su papel de cuidadores familiares:

(*) "La Demencia y su Repercusión Psicólogica en la Figura del Cuidador"

(*) "Un libro para cuidadores de enfermos con demencia"


Por último, y a modo de recomendación general, siempre resultará muy conveniente informarse sobre los aspectos más generales de la demencia que presenta el familiar, pues cuanto más conozcamos la enfermedad y sus procesos, más fácil nos resultará entender muchos de los comportamientos o actitudes del enfermo que nos desbordan y desconciertan.

Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Hola Victor, soy mexicana he leído tu blog el cual me pareció muy interesante,gracis por tu aporte.
Te cuento, hace tiempo que no veo a mi padre, tuve que abandonar la casa paterna pues mi padre era violento, caracter difícil, conductas inapropiadas (exibisionismo, entre ellas. Falleció el mes pasado dejando muchos problemas de tipo legal. He pedido un resumen médico a la Institución pública en la que se atendía, el cual arrojó que en su última consulta médica manifestó que siempre se atendía en forma privada, y que acudia para solicitar tratamiento a dicha Institución para atrofia cerebral cortical y subcortical asi como ifartos lacunares pequeños todo secundario a arterioesclerosis. Le sugirieron estudios más avanzandos, y él ya no acudió más.

Eso causó mucha inquieud en mi, y solicité una nota médica del médico que lo atendió, lo único que recibí es un diagnóstico; atrofia cerebral circunscrita. Mi padre murió en una Institución de Salud Mental y su Acta de defunción aludía a muerte natural.
Victor, mi pregunta es la siguiente, mi padre dejó muchos problemas legales, los cuales yo tengo que solucionar, necesito saber si con los datos que te proporcioné se puede decir que el no estaba bien de sus facultades mentales, o que tenía alguna demencia. He leído sobre la enfermedad de Pick, y los síntomas son casi todos los que experiemntaba mi padre . Iniciaré un juicio, la autoridad podrá extraer otro tipo de información más atingente, yo sólo estoy en proceso de entender un poco más. Te agradezco de antemano.
Emilia.

Víctor M. García González dijo...

Estimada lectora,

Los síntomas que mencionas sobre el caso (atrofia cortico-subcortical y presencia de microinfartos lacunares -secundarios a un proceso arterioesclerótico-) son en sí mismos compatibles con la presencia de alteraciones mentales y conductuales en el paciente.
Como parte de un proceso neurodegenerativo, el caso de tu padre, podría haber derivado hacía un proceso de demencia, pero sin un diagnóstico en vida que lo confirmase, sólo estaríamos hablando de un..."podría haber sido" (por desgracia tu padre se negó a estudios diagnósticos más completos que podrían haber sido decisivos).

Dados los problemas de tipo legal a los que te enfrentas, te aconsejo consigas todos los informes médicos que existan sobre la historia clínica de tu padre (ya sea por consulta privada o pública) y asesorada por un buen abogado emprendas las acciones legales que consideres oportunas.

Esto es todo lo que puedo decirte desde aquí.

Saludos cordiales.

Helena dijo...

Buenas noches,

Tengo 19 años y llevo desde los 16 pendiente de mi padre. Él pasó por varios momentos difíciles que le dio la vida (divorcio, fracaso en su empresa...). Por ese motivo, cuando empezó a tener cambios en su conducta (como obsesiones, dificultades en el habla) pensamos que sería un cuadro psicológico por sus traumas.
Después de decir eso, me he pasado estos 2 años yendo a psiquiatras y neurólogos de diferentes lugares, y absolutamente NINGUNO de ellos nos da un diagnóstico. Hasta hace poco le hicieron dos resonancias y varios TACs, saliendo todo normal y corriente; sin embargo, he leído que el diagnóstico puede ser difícil durante los primeros años, ya que el cerebro se ve afectado físicamente sólo en las últimas fases de la enfermedad.
Él está medicado con Oxcarbenzapina y Quetiapina para tratar sus problemas de conducta (hacemos un "seguimiento", aunque muy parsimonioso, con una psiquiatra). Ha estado un año más o menos estabilizado pero ahora ha tenido una recaída terrible, y los médicos no hacen mucho caso porque él tiene la característica de que cuando va a verlos no quiere aceptar que está mal y se pone a hablar y a relacionarse perfectamente; pero es salir de la consulta y todo vuelve a ser igual. Los médicos me miran a mí como si fuera la enferma, puesto que "no creen que sea posible que tenga ninguna enfermedad pues él habla y responde bien".
No sé qué hacer. ¿Usted cree que es posible que mi padre padezca esta enfermedad? Descarto Alzheimer, puesto que no se le olvidan cosas puntuales como atarse los zapatos o dónde está situado. Pero, en cambio, últimamente ya no sabe si es de día o de noche (se acuesta y se levanta cuando quiere), no lee bien la hora, desde los primeros meses le cuesta muchísimo establecer una conversación (sólo dice "sí, no", o repite frases), tiene crisis nerviosas, sobretodo a la hora de comer (come compulsivamente, por "comer"), le da igual absolutamente todo (quién está con él, adónde va, qué mira...), a veces se pasea desnudo sabiendo que hay gente en casa...

Agradecería muchísimo una opinión lejos de la frivolidad de nuestra psiquiatra.

Muchísimas gracias.

Víctor M. García González dijo...

Hola Helena,

Tras leer con atención las apreciaciones que realizas sobre el caso de tu padre, podría atreverme a decir que eres una persona ciertamente observadora e inquisitiva. Tu incertidumbre es razonable, dadas las circunstancias que se están presentando, pero en casos como este la prudencia profesional es muy necesaria y conveniente. Cuando hablamos de trastornos que afectan o alteran el comportamiento y las funciones psicológicas, siempre entramos en territorios muy complejos y enormemente individualizados (cada caso es siempre único), a la vez que pueden ser variadas las posibles etiologías implicadas en muchos de los síntomas que presenta un caso como el de tu padre.

Dicho lo dicho, lo primero que podría comentarte (y quizás de ello ya estés al tanto) es que la medicación prescrita está indicada, entre otros usos, para el tratamiento de los síntomas de tipo psicótico (Quetiapina) y del estado de ánimo (Oxcarbenzapina) que opino pudieran ser los dos ejes sintomáticos en el caso de tu padre orientados a estabilizar su comportamiento.

Por otra parte, resulta muy interesante que resaltes el tema de su "recaída terrible" tras un año de estabilización en sus síntomas, junto a detalles ciertamente significativos como el descontrol de horarios, las dificultades lingüísticas, la ingesta compulsiva y el comportamiento desinhibido.

Ante todo lo expuesto, sólo puedo comentarte desde mi limitada posición (no es posible establecer diagnósticos o juicios clínicos, ni siquiera aproximaciones, "a distancia") que podría ser conveniente un análisis neuropsicológico del caso. Mi recomendación concreta sería que te plantearas acudir a un neuropsicólogo con todo el historial de clínico tu padre, ya que a través de pruebas concretas (tests neuropsicológicos) podrían detectarse déficit compatibles con la existencia de daños cerebrales (de tipo frontal por ejemplo) o más bien descartarse.
Por otra parte, la actitud que tiene tu padre de negación del trastorno (a veces un síntoma significativo en sí mismo) y por otra, su aparente "normalidad" en la conversación y en el trato con el profesional, no podrá evitar
o enmascarar los resultados que dictaminen unas pruebas neuropsicológicas fiables y que, quizás, puedan ofrecer una nueva perspectiva más allá de la valoración neurológica o psiquiátrica. En definitiva, considero (y esta es mi modesta, aunque nunca frívola, opinión) que un diagnóstico de tipo neuropsicológico podría ser de gran ayuda en un caso que está presentando todas estas peculiaridades.

Un saludo muy cordial.

Anónimo dijo...

felicito ante todo por este documento que me ha traido un poco de paz y resignación a este dolor tan intenso que siento al ver a mi padre una persona tan maravillosa como era hasta hace un año ahora padeciendo esta enfermedad tan terrible. Escribo desde Ecuador, tengo el caso de mi padre a quien amo con todo mi corazón tiene 76 años y fue diagnosticado con demencia frontotemporal hace seis meses, todo iva normal hasta que mi madre que es quien lo cuida y tiene 69 años sufre por cuanto mi padre tiene una hipersexualidad y eso molesta mucho a mi madre le causa problemas de estress y creo que hasta se deprime deseo saber si hay alguna medicación que pueda controlar ese comportamiento que sería lo que se nos hace difícil de aceptar sobre todo a mi madre que es quien convive con ël.

Víctor M. García González dijo...

Su comentario nos deja entrever muy claramente todo el sufrimiento y desconsuelo que puede provocar un trastorno como la demencia frontotemporal. Ciertamente, los familiares de estos enfermos pueden sentirse muy desorientados o abrumados por algunos de los síntomas y trastornos conductuales que pueden ir apareciendo con el tiempo, entre ellos, la hipersexualidad o los comportamientos desinhibidos causan un gran desconcierto. Respecto a este último tema, le aconsejaría hablara con su madre, comentándole que su marido ya no es responsable de sus actos y que estos no son voluntarios sino producto de las alteraciones neurológicas en ciertas partes del cerebro.

Por otra parte, las reacciones ansiosas, de estrés o de tipo depresivo no resultan infrecuentes en los cuidadores directos de estos enfermos, como reacción ante los grandes y dolorosos cambios a los que se tienen que enfrentar.

Respecto a si a su padre se le puede dar algún tipo de medicación le diría que sí, pero siempre bajo el asesoramiento y control de su médico de familia o el neurólogo que esté llevando el caso. Existen distintos fármacos que pueden aminorar algunos de los síntomas de su padre, los anteriores especialistas le podrán asesorar.

Un cordial saludo desde España.

mar dijo...

Mª del Mar de Granada.

Mi suegra fue por fin diagnosticada de demencia frontal el año pasado después de dos años tratándola por depresión.

Sus hijos no entendían lo que le estaba pasando a su madre y discutían continuamente con ella. Desde mi punto de vista, puesto que yo no la cococía anteriormente, fue fácil ver que tenía algún problema, pero para sus hijos que estaban implicados emocionalmente no.

Como ocurre habitualmente con las enfermedades mentales, la incomprensión social está siendo especialmente dura.

El desarrollo de la enfermedad está siendo muy rápido. Mi suegra tiene 65 años y está muy envejecida.Hace sólamente cuatro no era la misma persona.

Mucho ánimo a los familiares y gracias por compartir la información.

marseba dijo...

Muy educativo y tremendamente esclarecedor. Gracias por ayudar a tanta gente desde su blog. Al ser tan difícil el rol de cuidador, debe ser muy positivo contar con este tipo de apoyo no sólo moral, sino que contenedor y, por sobretodo, con el respaldo de la autoridad que da el conocimiento y la calidad humana que es evidente en Ud.

Víctor M. García González dijo...

** NOTA PARA EL LECTOR **

****LA SECCIÓN de COMENTARIOS está CERRADA****

Comunico a los posibles lectores interesados en añadir un comentario o consulta sobre esta temática (Demencia Frontal), que a partir de ahora ya no será posible, pues dado el gran número de consultas recibidas, y para no acumular un numero excesivo de comentarios en esta entrada, me veo obligado a suspender esta posibilidad, no sin antes agradecer enormemente la participación y confianza depositada por muchos lectores al exponer sus casos.

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(*) NOTA: Las consultas sobre "Casos Clínicos" de carácter personal, ya no serán publicadas o comentadas en esta sección.

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