[Sta. Teresa de Jesús (Mística S. XVI)]
ANTECEDENTES
El ser humano ya desde la prehistoria ha intentado modificar sus estados mentales, ya sea a través de la ingesta de variados tipos de alcohol o bien por el uso de distintas plantas psicoactivas. Pero estos intentos de nuestra especie por alterar la conciencia no han sido los únicos, llegando incluso a experimentar con rudimentarios procesos quirúrgicos para modificar la mente y la conducta.Hacia el año 3500 AC aparecen las primeras trepanaciones (perforación del cráneo) realizadas por motivaciones mágico-religiosas.
ANTECEDENTES
El ser humano ya desde la prehistoria ha intentado modificar sus estados mentales, ya sea a través de la ingesta de variados tipos de alcohol o bien por el uso de distintas plantas psicoactivas. Pero estos intentos de nuestra especie por alterar la conciencia no han sido los únicos, llegando incluso a experimentar con rudimentarios procesos quirúrgicos para modificar la mente y la conducta.Hacia el año 3500 AC aparecen las primeras trepanaciones (perforación del cráneo) realizadas por motivaciones mágico-religiosas.
Siglos más tarde, y ya en plena Edad Media, fueron variados los procedimientos quirúrgicos de carácter aberrante efectuados sobre supuestos "poseídos o endemoniados". La trepanación era realizada sin asepsia ni anestesia y según las creencias o tópicos de la época.
HISTORIA de LA LOBOTOMÍA
Durante la década 1890-1900 varias observaciones clínicas mostraron que los lóbulos frontales parecían estar implicados en la modulación emocional de los primates superiores. Así, el científico alemán Friederich Golz practicó distintas extirpaciones o ablaciones del lóbulo temporal en perros, informando que ello convertía a los animales en criaturas más mansas y tranquilas.
Inspirándose en estos descubrimientos, el psiquiatra suizo Gottlieb Burkhardt como médico-supervisor de un psiquiátrico en Suiza, realizará en el año 1891 distintas operaciones para extirpar partes de la corteza frontal de seis pacientes esquizofrénicos que padecían de agitación y alucinaciones. Alguno de estos pacientes presentaron supuestas mejorías, pero el resto sufrió convulsiones y uno llegó incluso a morir como consecuencia de la intervención.
La situación cambió de nuevo cuando varios laboratorios de experimentación en los EE.UU. empezaron a hacer sorprendentes descubrimientos sobre el papel de la corteza frontal y temporal en el control de la conducta emocional y la agresividad. En la Universidad de Yale, en 1935, los científicos Jacobsen y Fulton extirparon distintas partes de los lóbulos cerebrales (lobectomía) de varios chimpancés. Una vez más (al igual que había ocurrido en el caso de los perros), apareció una disminución en la conducta agresiva.
Esta primera demostración científica de cómo la resección del lóbulo frontal transformaba las conductas violentas y ansiosas en otras más apacibles, influiría enormemente en el neuropsiquiatra portugués Egas Moniz quien tuvo la idea de realizar una operación similar para aliviar síntomas mentales graves en algunas formas de psicosis intratables. Moniz sabía que ciertas psicosis (como la paranoia y los trastornos obsesivos-compulsivos) implican pautas de pensamiento recurrentes que terminan por dominar al resto de procesos psicológicos normales. En un desesperado intento de aliviar el sufrimiento de estos enfermos, ideó un nuevo tipo de psicocirugía que consistía en seccionar las fibras nerviosas que conectan el lóbulo frontal al resto del cerebro.
A este tipo de intervención se la denomina leucotomía del griego leuko (materia blanca del cerebro) y tome (corte). Hoy es bien conocido que este procedimiento produce grandes cambios en la personalidad del paciente, véase sino el caso (ya tratado en este blog) de Phineas Gage y la destrucción accidental de parte de su lóbulo frontal.
Durante la década 1890-1900 varias observaciones clínicas mostraron que los lóbulos frontales parecían estar implicados en la modulación emocional de los primates superiores. Así, el científico alemán Friederich Golz practicó distintas extirpaciones o ablaciones del lóbulo temporal en perros, informando que ello convertía a los animales en criaturas más mansas y tranquilas.
Inspirándose en estos descubrimientos, el psiquiatra suizo Gottlieb Burkhardt como médico-supervisor de un psiquiátrico en Suiza, realizará en el año 1891 distintas operaciones para extirpar partes de la corteza frontal de seis pacientes esquizofrénicos que padecían de agitación y alucinaciones. Alguno de estos pacientes presentaron supuestas mejorías, pero el resto sufrió convulsiones y uno llegó incluso a morir como consecuencia de la intervención.
La situación cambió de nuevo cuando varios laboratorios de experimentación en los EE.UU. empezaron a hacer sorprendentes descubrimientos sobre el papel de la corteza frontal y temporal en el control de la conducta emocional y la agresividad. En la Universidad de Yale, en 1935, los científicos Jacobsen y Fulton extirparon distintas partes de los lóbulos cerebrales (lobectomía) de varios chimpancés. Una vez más (al igual que había ocurrido en el caso de los perros), apareció una disminución en la conducta agresiva.
Esta primera demostración científica de cómo la resección del lóbulo frontal transformaba las conductas violentas y ansiosas en otras más apacibles, influiría enormemente en el neuropsiquiatra portugués Egas Moniz quien tuvo la idea de realizar una operación similar para aliviar síntomas mentales graves en algunas formas de psicosis intratables. Moniz sabía que ciertas psicosis (como la paranoia y los trastornos obsesivos-compulsivos) implican pautas de pensamiento recurrentes que terminan por dominar al resto de procesos psicológicos normales. En un desesperado intento de aliviar el sufrimiento de estos enfermos, ideó un nuevo tipo de psicocirugía que consistía en seccionar las fibras nerviosas que conectan el lóbulo frontal al resto del cerebro.
A este tipo de intervención se la denomina leucotomía del griego leuko (materia blanca del cerebro) y tome (corte). Hoy es bien conocido que este procedimiento produce grandes cambios en la personalidad del paciente, véase sino el caso (ya tratado en este blog) de Phineas Gage y la destrucción accidental de parte de su lóbulo frontal.
La primera leucotomía humana fue realizada por António Egas Moniz en 1936, trabajo que le supuso ganar el Premio Nobel de Medicina en el año 1949. Para este galardón ya había sido propuesto en 1930 por haber sido el inventor del primer procedimiento para utilizar los Rayos X en la visualización del cerebro, la denominada técnicamente angiografía cerebral.
Moniz, informó que los resultados de sus intervenciones fueron positivos en varios de sus pacientes psicóticos, presentando una mejoría general en sus síntomas. En otros pacientes, sin embargo, la operación parece que no tuvo el mismo éxito y Moniz fue prudente al proponer que la leucotomía sólo debería utilizarse en casos psiquiátricos extremos y desesperados.
En 1936, distintos centros quirúrgicos de todo el mundo comenzaban a probar la 'prometedora ' piscocirugía como una nueva forma de tratar los problemas mentales.
"SOBRE EGAS MONIZ y LA PSICOCIRUGÍA"
[ Vídeo de 7 Minutos]
1 comentarios :
me parece super interesante su exposición,existe en la sociedad una falta de gran conocimiento sobre estos temas. Sobretodo en lo que hace referencia a la exéresis de esta parte deñada de los lóbulos debida a accidentes TCE. o hemorragias cerebrales.La sociedad piensa en general que es al revés, Mª Angeles Peña.
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