Sin haber visto la Capilla Sixtina, no se puede uno formar una clara idea de todo lo que un hombre es capaz de lograr [J.W. Goethe]
Michelangelo di Lodovico Buonarroti (1475-1564), más conocido como Miguel Angel, escultor, arquitecto, pintor italiano de renombre universal y genio indiscutible, fue el artista encargado -a partir de 1508- para decorar la famosa Capilla Sixtina, en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, lugar de celebración de cónclaves y elección de nuevos Papas.
LA CREACIÓN de ADÁN y el CEREBRO ESCONDIDO
Hace pocos años un médico llamado Frank Meshberger tras estudiar con detenimiento los frescos de los 38 paneles que forman el techo de la Capilla Sixtina, llega a establecer una asombrosa afirmación: la nube que rodea la figura de Dios en la Creación de Adán representaría una sección transversal (sagital) del cerebro humano.
Parece ser que Miguel Angel, al igual que Leonardo da Vinci y otros artistas de su tiempo, sintió una gran atracción por el estudio del cuerpo humano. Esto le llevó a visitar el depósito municipal de cadáveres de Florencia, donde a lo largo de muchas noches iría estudiando y conociendo la anatomía del ser humano en multitud de disecciones.
Hace pocos años un médico llamado Frank Meshberger tras estudiar con detenimiento los frescos de los 38 paneles que forman el techo de la Capilla Sixtina, llega a establecer una asombrosa afirmación: la nube que rodea la figura de Dios en la Creación de Adán representaría una sección transversal (sagital) del cerebro humano.
La Creación de Adán [Miguel Angel, 1510] |
El panel que forma La Creación de Adán contendría una imagen que simbolizaría la concesión de un intelecto al hombre por parte de Dios. Durante más de cuatrocientos años la interpretación de muchos estudiosos del arte pareció centrarse en cómo la pintura detalla el milagro de la vida que Dios concede al hombre, una visión que es ampliada y corregida por los comentarios del Doctor Frank Meshberger. Según las conclusiones a las que parece llegar este estudioso, podrían identificarse en La Creación de Adán muchas de las estructuras propias del encéfalo humano, concretamente, en la capa que arremolina a los ángeles alrededor de la figura del Supremo Creador.
Según Meshberger, resultaría inconfudible la representación de la glándula pituitaria (Pituitary gland -en la figura inferior-), la salida de la médula espinal (Spinal cord) y la denominada cisura de Silvio (Sulcus) que separa el lóbulo frontal del temporal, así como la estructura encefálica conocida como puente (Pons).
Identificación de Estructuras Cerebrales [En Inglés] |
Vista Real de un Encéfalo Humano [Corte Sagital] |
Por otra parte, existe cierta especulación en todo el simbolismo que Miguel Angel habría tratado de plasmar en su obra. Parecen existir estudios de carácter histórico que confirmarían que el artista estuvo muy influenciado por enseñanzas filosóficas de tipo neoplatónico en el momento de pintar La Creación de Adán. Sus escritos parecen reflejar su creencia en el origen divino del arte y de la belleza física y como el intelecto del ser humano es, en sí mismo, propio de una naturaleza divina.
El esbozo del cerebro humano en esta pintura podría ser interpretado como una convicción profunda del artista, en la que cualquier concepto humano sobre Dios es necesariamente insuficiente, y cualquier imagen de Dios una creación de la mente humana.
UNA INTERPRETACIÓN ALTERNATIVA
Desde unos presupuestos explicativos bien distintos, pero basados en nuestros mismos mecanismos de percepción, la "imagen del cerebro" en la Capilla Sixtina podría no ser más que un juego de la mente, similar al que ocurre en nuestra imaginación cuando creemos ver figuras en las nubes o caras en el papel de una pared, fenómeno que recibe el nombre de pareidolia, una tendencia del cerebro humano a encontrar patrones reconocibles en un conjunto de estímulos vagos o indefinidos.
La semejanza del fresco con la sección transversal del cerebro humano no consistiría entonces en una especie de "código oculto" dejado por el genio de Miguel Angel a modo de mensaje escondido para la posteridad, sino que sería en definitiva una ilusión de nuestra propia mente que cree percibir "algo" donde no existe.
Existen otros estudiosos de la obra que afirman cómo el genio de Miguel Angel parecía disfrutar con la especulación y controversia que solían producir sus creaciones. Muchos piensan que si se le hubiera preguntado entonces por los motivos o el supuesto simbolismo encerrado sus obras, muy probablemente, habría mantenido un enigmático y cómplice silencio.
En definitiva, las dos explicaciones podrían ser ciertas y a la vez excluyentes pero nadie, salvo el propio Miguel Angel, está en condiciones de afirmar cual de las dos es la correcta. Un supuesto enigma que el artista se habría llevado a su tumba o...quizás no ¿?
En definitiva, las dos explicaciones podrían ser ciertas y a la vez excluyentes pero nadie, salvo el propio Miguel Angel, está en condiciones de afirmar cual de las dos es la correcta. Un supuesto enigma que el artista se habría llevado a su tumba o...quizás no ¿?
(*) Para los lectores interesados en admirar las maravillas de esta obra pictórica de Miguel Angel, les propongo el siguiente enlace:
Visita Virtual-3D a la Capilla Sixtina
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